Las líneas son un potente elemento dentro de una fotografía, tanto así que aprendiendo a utilizarlas correctamente puedes agregar un efecto dinámico a tu imagen como también te sirven de guía focal a la hora de dirigir la mirada de tu espectador hacia el elemento principal de tu captura.
Se clasifican de las siguiente forma:
Horizontales
Estas son las más tradicionales y fáciles de hallar, hay algo en ellas que transmite una sensación de estabilidad e incluso de serenidad. Frecuentemente se utilizan para dividir una escena, pero nunca deberían ser ubicadas en la mitad de una imagen ya que esto genera una composición inestable; es mucho más eficaz respetar la regla del horizonte y posicionar esta línea en la parte superior o inferior, a una altura aproximada al tercio respectivo de la fotografía. Siempre que desees acentuar la sensación de placidez y calma en una captura utiliza el formato horizontal para realizar la toma. Aunque, cabe destacar, que también se logra este efecto en un disparo con encuadre vertical en el que se utilizan líneas horizontales.
Verticales
Estas líneas tienen la capacidad de transmitir una inmensa variedad de sensaciones que van desde el poder y la fuerza (como es el caso de los grandes edificios) hasta el crecimiento o surgimiento (como sucede con los árboles o monumentos). Al igual que las líneas horizontales, éstas pueden acentuarse aún más cuando disparamos en el formato que le corresponde, o sea líneas verticales tomadas en formato vertical. Este tipo de tomas le confieren un poder de alargar y brindar una sensación de mayor altura.
La otra opción es romper la regla y tomar en un marco horizontal una imagen de fuertes líneas verticales.
En este tipo de líneas es fundamental estar atento a los patrones de repetición, ya que esto puede ser usado como un excelente efecto de impacto, especialmente si se contrasta con otras formas y líneas.
Diagonales
Estas líneas funcionan excelentemente bien para guiar el ojo del espectador a través de la fotografía. Como así también para crear puntos de interés, ya que se entrecruzan con otras líneas y, a menudo, nos guían hacia las imágenes de fondo sugiriendo de esta forma la perspectiva. Además tienen la virtud de añadir una sensación de dinamismo y acción a la escena, quitando totalmente el sentido estático de una composición.
Siempre que tengas la posibilidad de jugar y crear composiciones con líneas diagonales, considera cómo podrías utilizarlas para dirigir los ojos de los espectadores hacia el tema principal o punto de interés de tu captura.
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